Luterín y su amigo Pato Laguna, comienzan una aventura por todo el Antiguo Testamento para contarnos la gran historia de Dios, y cómo esa gran historia se trata de Jesús. Hoy nos cuentan sobre el principio, la maravillosa creación de Dios.

Luterín tiene un altercado muy triste con sus amigos. Pero se dan cuenta de algo: hay maldad en el corazón de todos. Eso nos recuerda la historia de Adán y Eva cuando pecaron. Desde allí, hay maldad en el corazón de todos los humanos. ¿Qué hará Dios para salvarnos del pecado?

Luterín hace una bella obra de arte, pero su amigo Pato Laguna por desgracia lo arruina. Esto nos recuerda a la caída, cuando Dios creó todo bello pero el pecado lo arruinó. ¿Qué hará Dios para arreglar aquello que se arruinó?

Luterín y sus amigos juegan a construir una torre gigante. Luterín casi sale campeón, y comienza a imaginar lo famoso que sería. Pero justo antes de ganar ¡PUAF! se derrumba. Eso nos recuerda a la historia de la torre de Babel, donde Dios frena los planes malos de los humanos que quieren llegar tan alto como Dios. ¿Qué habrá hecho Dios para enseñar que él es único?

Luterín y Pato Laguna hablan de sus familias y de sus antepasados. Esto les recuerda que en la Biblia hay una historia de una gran familia, de la cual vendría Jesús. Pero comienza con Abraham. Hoy contaremos la gran historia de Dios con Abraham.

Luterín y Pato Laguna juegan con sus juguetes, pero de pronto llega Esteban Dido y cuenta su triste historia con los juguetes: Esteban Dido no tiene juguetes. Luego van a la Biblia y aprenden que Dios dio un mejor regalo: Les regaló a Jesús.

Pato Laguna es engañado por Georgis. Pero Luterín encuentra una historia en la Biblia que habla del perdón de Dios a los pecados. ¡Ni la pillería de Jacob pudo frenar el plan de Dios!

A Luterín hoy todo le salió mal. Pero esto les recuerda la historia de José, quién vivió cosas muy difíciles, pero nada pudo detener el cumplimiento de las promesas de Dios. La historia de José no se parece tanto a la nuestra, porque José era inocente y sufrió mucho. La historia de José se parece a la historia de Jesús.