Primer sermón de la serie "Amor desde las entrañas" basado en la epístola a los Filipenses. David Pacheco nos invita a reflexionar en nuestra identidad como cristianos. Basado en Filipenses 1:1-2, Dios nos regala nuestra identidad de siervos de Cristo, Santo en Cristo y receptores de la gracia y la paz de Cristo.

¿Cómo saber que Dios está obrando en la iglesia? Un tema central en la carta de Pablo a los Filipenses es el compañerismo en el evangelio. Dios inició esa obra en su iglesia, aquella obra es el amor y la participación en el evangelio. Pero esa obra, Pablo asegura que Dios mismo la perfeccionará y hará que sigan participando juntos en el evangelio, amándose en el evangelio y orando por el otro en el evangelio.

Pablo desde la cárcel quiere llamar a los Filipenses a un cambio de perspectiva. La persecución, el egoísmo, las malas intenciones y la cárcel no frenan el avance del evangelio ¡al contrario! avanza con más fuerza. Mientras nuestros planes de vida son vulnerables y mueren fácilmente, el plan de Dios de llenar el mundo con la verdad del evangelio no muere ¿sumemos nuestros planes frágiles al plan divino inquebrantable?

El dilema del siervo: "¿Morir para estar con Cristo? ¿Vivir para estar con mi familia de la fe? Morir implica encontrarme con mi salvador, a quién tanto amo. Vivir implica seguir sufriendo persecución, cárcel, castigo. Aunque deseo morir, prefiero vivir para contribuir al ALEGRE avance en la fe de mis hermanos." Una vida centrada en Cristo es una vida centrada en el avance del evangelio en el otro.

¿Cómo vivir como ciudadanos de manera digna del evangelio en un mundo hostil al cristianismo? Firmes, juntos y sin temor. La lucha por vivir de manera digna del evangelio no es solamente individual, pues para Pablo, la lucha se vive en comunidad.

En Filipenses 2 Pablo muestra que el camino de Jesús está marcado por su sufrimiento y su exaltación. Pero todo esto para mostrar su punto principal: "Tengan ustedes este mismo sentir que hubo también en Cristo" v.2. Lo que recordamos en semana santa tiene implicancia directa con estimularnos al servicio unos a otros.

Pablo llama a los filipenses a que trabajen en su salvación. Y cuando explica cómo trabajarla, no imparte reglas que cumplir sino un tipo de persona, una persona que responde al sacrificio de Cristo en la cual Dios mismo lo transforma a la imagen de su Hijo Jesús. Esta vida nueva es destacada por una vida profundamente alegre y libre de quejas.

Si pudiéramos resumir el mensaje de Pablo a los filipenses sería: La vida no se trata de ti, sino de Cristo, y como se trata de Cristo, se trata del otro. Por lo tanto una iglesia en movimiento es una que se preocupa por el gozo del otro y se sacrifica por el gozo del otro impulsado por la obra de Cristo.